La ampliación del Canal de Panamá, concluida en junio de 2016, ha supuesto la construcción de dos nuevos complejos de esclusas, uno a cada lado del istmo americano. Los complejos de Atlántico y Pacífico cuentan con ocho compuertas cada uno, instaladas dos a dos, para asegurar el funcionamiento de las esclusas, incluso durante la avería o mantenimiento de alguna de las compuertas.
Existen seis modelos diferentes de compuertas dependiendo de su ubicación. La tipología está supeditada al nivel de agua que se alcanza en cada vertiente y también a la acción sísmica. Las compuertas instaladas en el lado Pacífico son más grandes por el mayor riesgo sísmico y porque sus mareas son más acusadas; alcanzando los seis metros de diferencia. En el lado Atlántico, sin embargo, el desnivel no supera el metro y la acción sísmica es menor.
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